Areas intervención

El primer paso a la hora de acudir a un psicólogo es muy importante para la persona porque es normal que se tengan dudas sobre si su problema tiene solución, algunas personas temen “estar locas” cuando lo que les sucede es muy normal, creen que nadie les puede ayudar… Creen que si un familiar, un amigo o inclusive un médico no le han podido ayudar entonces no hay nada que hacer…

La primera vez que se acude al psicólogo, la persona se sentirá entendida, descargará parte de su problema y podrá atisbar que su problema sí tiene solución. Mediante una terapia donde la persona irá aprendiendo cómo resolver su problema irá poniendo en marcha estrategias necesarias para superarlo con éxito.

El proceso de cambio depende de cada persona, es decir, cada persona tiene su ritmo pero no se tratan de terapias de larga duración. Si la persona toma parte activa en la terapia podrá comprobar cambios rápidamente que después se irán estabilizando.

La autoestima se refiere a nuestro sentimiento de valor, a cómo nos sentimos con nuestro propio yo.

Este yo incluye cómo actuamos, qué actitudes tenemos, habilidades y logros.

Dependiendo de cómo ido afrontando situaciones a lo largo de nuestra vida y de cómo hemos interpretado nuestras reacciones, así se va construyendo nuestra autoestima.

También influyen en ella los mensajes que hemos ido recibiendo en nuestra infancia y adolescencia.
Una autoestima adecuada no está supeditada a la aceptación de los demás o a los logros. Pero sí supone valorarte por se cómo eres.

Tener problemas de Autoestima supone:
– Problemas en otras áreas (laboral, relacional, problemas adictivos, alimenticios, ansiógenos o depresivos).
– Supone que te sientas culpable por cometer errores.
– No saber decir NO.
– Compararse continuamente
– No aceptar críticas
– No valorar capacidades propias.
– Autoexigencias elevadad.
Una adecuada terapia te ayudará a aceptarte y valorarte cómo eres.

Fobias

El miedo es luna experiencia que tiene un importante valor adaptativo para la supervivencia. El miedo es un conjunto de sensaciones que se ponen en marcha ante un peligro real. Pero, ¿qué ocurre cuando ese miedo se activa ante situaciones que no son peligrosas?

En ese caso hablamos de una reacción de miedo no adaptativo, que puede generar fobias específicas, fobia social o agorafobia:
– Fobia específica: son miedos irracionales o desproporcionados a situaciones, objetos o animales. Dentro de la fobia específica podemos destacar:
o Miedo a la sangre.
o Miedo a ciertos animales; cucharachas, arañas, perros, gatos…
o Miedo a fenómenos atmosféricos
o Miedo a atragantarse.
o Miedo a tener una enfermedad; cáncer, sida…
– Fobia social; es un temor acusado y persistente a situaciones sociales. La persona teme actuar de forma humillante o embarazosa y tiende a evitar ese tipo de situaciones porque no soporta la ansiedad o el malestar.
– Agorafobia; miedo exagerado a exponerse a situaciones donde escapar es difícil o donde no se dispone de suficiente ayuda. En este caso, se puede sufrir un ataque de pánico, que se caracteriza por sufrir:
o Palpitaciones.
o Sudoración.
o Temblores.
o Sensación de ahogo.
o Sensación de atragantamiento.
o Opresión en el pecho.
o Nauseas.
o Inestabilidad, sensación de mareo.
o Sensación de irrealidad.
o Miedo aperder el control o a volverse loco.
o Miedo a morir.
o Sensación de hormigueo o entumecimiento.
o Escalofríos o sofocos.

Fobias Transtorno obsesivo compulsivo (TOC)

Las personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo adoptan comportamientos de evitación de situaciones que les generan obsesiones.

Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistents que las personas que las padecen consideran repugnantes, inaceptables, absurdas y que les ocasionan ansiedad o malestar. No se trata de preocupaciones excesivas sobre la vida cotidiana y la propia persona reconoce que son producto de su mente.

Por dicho malestar se originan las compulsiones. Las compulsiones son conductas repetitivas (lavarse las manos, comprobar el gas, comprobar que se cerrado la puerta, ordenar objetos, tocarse determinadas partes del cuerpo, repetir ciertas frases, hacer comportamientos repetitivos…) o actos mentales (contar, rezar, pensar algo bueno para sustituir los “malos” pensamientos) destinandos a reducir la ansiedad o malestar o para evitar un hecho temido.

El TOC es una condición heterogénea en la que existen varias clases diferentes de obseisiones y compulsiones:
– Ideas de contaminación: sensación intensa y persistente de estar sucio, infectado o en peligro como resultado del contacto directo o indirecto con personas, lugares u objetos sucios, impuros, infectos o dañinos.
– Dudas acerca de posibles daños o errores graves: las obsesiones versan acerca de fallos en la seguridad, por ejemplo, apagar los electrodomésticos, el gas, cerrar la puerta… asociados al miedo a incendios, robos o desastres. También sobre la realización de tareas como equivocarse al firmar un cheque… por miedo al despido o al rechazo. Otro miedo puede ser la conducción, aquí la persona teme atropellar a alguien y haber herido o matado a alguna persona. Debido a esto, se comprueba (se examinan puertas, se repasan las cuentas, se vuelve sobre el recorrido realizado en el coche o se llega a evitar este tipo de situaciones.
– Violencia y agresión; se trata de tener el pensamiento o el sentimiento del impulso de herir a otros, insultarles, cometer un abuso sexual o violación. Las obsesiones pueden versar sobre el suicidio o la agresión. La persona afectada siente mucha ansiedad, se siente culpable o teme volverse loco. Así, evitan estar con la persona o personas a las que teme herir.
– Pensamientos inaceptables: estos pueden implicar:
o Aspectos religiosos; pensamientos blasfemos, dudas religiosas… y conductas compulsivas como rezar o confesarse.
o Preocupaciones sexuales; imágenes de conductas obscenas, incesto o relativas a la orientación sexual ( que hacen dudar de esta misma).
o Creer que la conducta de uno afectará negativamente al otro.
o Pensamientos acerca de la muerte de alguien.
o Obsesiones somáticas; miedo a contraer una enfermedad (cáncer, sida son las más frecuentes).
– Obsesiones relativas a temas de orden o simetría.
– Repetición; como la repetición de palabras, frases o imágenes de escenas que la persona no puede evitar, contar objetos, lavarse.
– Almacenamiento; provocado por el temor a tirar cualquier objeto o cosa valiosa que se pueda necesitar.

Ansiedad generalizada

Este trastorno se caracteriza por la preocupación excesiva que está generalizada a un campo de actividades y acontecimientos.

La persona sufre inquietud, nerviosismo y tensión muscular.

Tal preocupación genera indecisión comportamental, evitación y malestar constante. La persona se siente preocupada constantemente pero no se limita esta preocupación a circunstancias únicas ni a problemas actuales y reales. Resulta difícil controlar este estado de preocupación y pueden presentarse síntomas como:
– Inquietud e impaciencia.
– Fatigabilidad fácil.
– Dificultad para concentrarse o dejar la mente en blanco.
– Irritabilidad.
– Tensión muscular.
– Alteraciones del sueño.
En ocasiones, la persona puede sufrir crisis de ansiedad o de pánico junto a esta sintomatología.

Un suceso traumático genera Trastorno de Estrés Postraumático cuando el acontecimiento supera el umbral para el trauma e interfiera negativamente en su vida cotidiana.

Las reacciones psicológicas a un acontecimiento traumático varían en función de la mayor o menos proximidad temporal al suceso, distinguiendo entonces entre Trastorno por Estrés Agudo o Trastorno de Estrés Postraumático.

La persona puede presentar:
– Recuerdos desagradables, recurrentes e intrusivos del suceso.
– Sueños desagradables y recurrentes sobre el suceso.
– Dificultad para conciliar o mantener el sueño.
– Conductas o sentimientos que aparecen como si el suceso estuviera ocurriendo de nuevo.
– Malestar psicológico intenso cuando la persona se expone a situaciones que recuerdan el suceso.
– Síntomas fisiológicos cuando la persona se expone a situaciones que recuerdan el suceso traumático.
– Irritabilidad o explosiones de ira.
– Dificultad de concentración.
– Hipervigilancia o reacción de alarma exagerada.

Genera malestar significativo y se tiende a evitar cualquier situación relacionada con el trauma.

La depresión constituye la quinta causa de discapacidad en todo el mundo y uno de los problemas de salud más incapacitantes y de mayor sufrimiento para quien lo padece.

Se caracteriza por una gran tristeza o desinterés por casi todo lo que rodea al individuo, va acompañada de un descenso de la actividad física y psicofisiológica de la persona junto con la falta de motivación, apetito y líbido, pérdida de ganas de vivir y suicidio en ocasiones.

Concretamente, se pueden presentar:
– Estado de ánimo deprimido casi todo el día.
– Disminución acusada del interés o placer en casi todas las actividades.
– Pérdida o aumento de peso corporal.
– Alteraciones del sueño.
– Agitación o enlentecimiento psicomotor.
– Fatiga o pérdida de energía.
– Sentimiento de culpa o inutilidad.
– Disminución de la capacidad para concentrarse o tomar decisiones.
– Pensamientos de muerte o suicidio.

En ocasiones, se puede presentar parte de la sintomatología (apatía, insomnio, tristeza,… sin que llegue a constituir una Depresión y aún así, la persona no tener los recursos necesarios para poder solventarlos y no puede sentirse mejor. La ayuda de un especialista le ayudará a solucionarlo en un período corto.

En otras, la pérdida de un familiar muy apegado a nosotros puede impedirnos solucionar el duelo adecuadamente o un cambio en nuestras vidas nos ha trastocado generándonos síntomas de tipo depresivo o ansioso.

Las personas que sufren el trastorno bipolar lo pasan mal y su calidad de vida se ve reducida significativamente.

Se pueden sufrir fases maníacas, donde el individuo se pude gastar dinero que no tiene, realizar conductas de alto riesgo (como conducir rápido, consumir drogas, ser promiscuo o violento), ser brillante, creativo e innovador.

Se pueden sufrir fases depresivas donde la persona se apaga y la tristeza puede volverse intolerable.

El Trastorno Bipolar es una enfermedad grave y desestabilizadora. Existen distintos tipos de trastorno bipolar según la intensidad de los síntomas y su duración.

El tratamiento del Trastorno Bipolar requiere intervención farmacológica y psicológica. Nuestros profesionales, al trabajar en equipo, pueden dar a la persona afectada un tratamiento integral que ayude a mejorar su calidad de vida.

Un trastorno de la personalidad se caracteriza por desviaciones importantes de lo que es un patrón de vida normal, dentro de la sociedad a la que pertenece la persona afectada.

Se puede tener alterado el funcionamiento social y laboral. Afecta, por tanto, a la forma de percibirse a uno mismo, a los demás y a las situaciones, que provoca una inestabilidad emocional. El Trastorno de Personalidad influye en la relación interpersonal y en el control de los impulsos, pudiendo ser detectada su sintomatología por las personas que le rodean, ya que presenta comportamientos “fuera de lo normal” de forma persistente.

Comienza en edades tempranas, adolescencia o principio de la vida adulta y genera malestar de forma significativa.

El Trastorno de Control de los Impulsos se caracteriza por la dificultad o imposibilidad de resistir el impulso, deseo o tentación de realizar algún acto que es dañiño para la persona que lo realiza o el que le rodea.

Al intentar controlar el impulso, la persona sufre una sensación de tensíon creciente que se ve liberada al realizar la conducta “dañina”, provocándose así una sensación de bienestar o liberación.

Forman parte de este tipo de problemas:
– El juego patológico.
– La cleptomanía (robar objetos)
– La piromanía (incendiar)
– El trastorno explosivo intermitente (dificultad para controlar el impulso agresivo o la ira).
– La tricotilomanía (arrancamiento del propio pelo).
– Onicofagia (morderse las uñas)
– Tics nerviosos.
– Síndrome de Tourette.

Dentro de estos trastornos podemos incidir en los siguientes tipos:
– Anorexia Nerviosa; se mantiene un rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerado para la edad y talla. La persona tiene miedo excesivo a ganar peso o convertirse en obeso y existe una alteración de la percepción del peso o la figura.
– Bulimia Nervisosa; existen episodios recurrentes de atracones y conductas compensatorias inapropiadas para evitar ganar peso (consumo de laxantes, diuréticos, vómitos, ayunar o hacer ejercicio excesivo).
– Trastorno por Atracón; en dicho trastorno se dan episodios recurrentes de atracones que generan un profundo malestar.

Las disfunciones sexuales se refieren a una alteración en el desempeño o funcionamiento sexual normal de la persona.

Cuando se habla de disfunciones sexuales se refiere a:
– Trastornos del deseo sexual
– Trastornos de la excitación; trastorno de la erección en el hombre y trastorno de la excitación sexual en la mujer.
– Trastornos orgásmicos; masculino o femenino y eyaculación precoz.
– Trastornos sexuales por dolor;dispaneuria o vaginismo.

Los trastornos sexuales son problemas que afectan a la relación de pareja y que generan inseguridad. La mayoría de los problemas sexuales tienen causas psicológicas que con un tratamiento adecuado se solucionan.

La mayoría de las personas que padecen un problema sexual lo callan, pero son motivos de consulta muy frecuentes ya que la vida cotidiana y sus circunstancias suelen afectar en la vida sexual.

El miedo a hacer el ridículo, a no satisfacer a la pareja, el tener expectativas irracionales sobre el encuentro sexual, la ansiedad o estrés por otros problemas ajenos al sexo, la baja autoestima o el exceso de autocontrol son ejemplos de pensamientos o actitudes que están detrás de muchas disfunciones sexuales.

Los problemas de pareja pueden ser de diferentes tipos. Pueden existir problemas de compromiso, de intimidad, de celos, de comunicación, infidelidad, el nacimiento de los hijos puede influir en ciertos problemas de pareja.

Estos y otros problemas personales pueden generar un distanciamiento entre los miembros de la pareja.

En ocasiones, el amor continua pero debido a circunstancias vitales, falta de entendimiento, etc.,Se rompen lazos que antes existían.

Si la pareja no puede por sí misma mejor su relación, un terapeuta les puede ayudar a mejorar en :
– Problemas de comunicación.
– Problemas de convivencia.
– Celos o desconfianza.
– Infidelidad.
– Miedo al compromiso
– Ruptura sentimental.
– Dependencia emocional.
– Conflictos causados por familiares.
– Relaciones tóxicas.

En Clínica CPA ofrecemos apoyo y orientación familiar en conflictos familiares, ya que hay momentos en los que pueden surgir problemas en las familias (entre padres e hijos, entre hermanos).

En terapia se suele observar que existen problemas de comunicación y falta de entendimiento con frecuencia. La terapia ayuda a mejorar estos problemas, a poner límites entre los miembros de la familia manejando a la vez las características personales de cada miembro.

Los conflictos laborales se pueden dar por diferencias en el estilo de trabajo, diferencias de personalidad, dificultades para dirigir un grupo de trabajo o para acatar directrices.

Las disicultades de este tipo pueden ocasionar :
– Estrés laboral.
– Síndrome Burnout o “estar quemado”.
– Acoso laboral o mobbing

Es frecuente en nuestra consulta la asistencia de mujeres que están sufriendo porque están pasando o han pasado por un proceso como los siguientes:
– Casos de infertilidad.
– Parto traumático.
– Depresión postparto
– Superar un aborto
– Ansiedad durante el embarazo.

En el desarrollo de los problemas psicológicos de niños y adolescentes influyen muchos factores de carácter biológico como psicológico. También proceden estos factores del entorno familiar, académico y social.

En las etapas iniciales de la vida de los menores, estos se encuentran inmersos en un proceso continuado de cambio. En estas etapas dichos factores pueden influir en el origen y mantenimiento de muchos problemas. Diferenciar si una conducta o comportamiento son parte de la evolución infanto-juvenil o se trata de un problema no siempre es fácil. Un terapeuta les puede ayudar a salir de dudas.

En C.P.A. Psicólogos, nuestros profesionales hablan con los padres en la primera consulta, considerándolos parte importante de la terapia (puesto que son ellos junto con el niño/a los que implementarán dicha terapia). En esta consulta se establece si el niño necesitará ser evaluado y/o tratado.

En la evaluación se trata de determinar cuál es el problema, por qué se ha originado y por qué se mantiene. A partir de los resultados de la evaluación, establecemos la terapia a llevar a cabo.

En C.P.A. Psicólogos tratamos los siguientes problemas:

Ansiedad infantil

El desarrollo de cualquier persona viene acompañado de miedos, miedos unidos a retos y cambios que se van superando.

En el caso de niños y adolescentes, en ocasiones no poseen las herramientas necesarias para superarlos adecuadamente.

Esto puede provocar que cambien su carácter, que dejen de ser divertidos y espontáneo s y pasen a preocuparse excesivamente, que tengan miedo a la soledad, a la oscuridad…

Los miedos pueden enfocarse a situaciones sociales, amenazas, miedos a afrontar alguna situación (nadar, montar en coche, ir al médico…).

Los problemas de ansiedad más comunes son:
– Preocupación excesiva por síntomas físicos, miedo a atragantarse, miedo a morirse.
– Ansiedad social; timidez, miedo a situaciones sociales, a ser ridiculizado o rechazado.
– Ansiedad producida por conflictos entre los padres o la familia, separaciones.
– Ansiedad de ejecución; relacionado con superar algún reto (aprobar un examen por ejemplo) o situación en particular.
– Miedo a estar solo, sin compañía.
– Ansiedad de separación; de la madre o de alguna figura de apego, produciéndose incluso crisis de angustia.
– Miedo a la oscuridad.

Baja autoestima

Un niño con adecuada autoestima acepta sus defectos y sus virtudes.

La influencia de la sociedad en ocasiones es demasiado fuerte para algunos niños y hacen depedenr su autoestima de la aceptación de los demás o de que cumplan ciertos criterios sociales (como vestir de marca, estar delgada, tener unas zapatillas de una marca determinada…) o puede estar enfocado al miedo a fracasar en las notas o algún otro aspecto.

Aquí es cuando comienzan a sufrir, cuando no pueden cumplir esos criterios y se sienten presionados.

La baja autoestima puede generar muchos problemas; de ansiedad, depresión, problemas de relación social, problemas de adaptación,…

Depresión

En los niños y adolescentes la depresión puede estar enmascarada en otra sintomatología como:
– Irritabilidad; el niño o adolescente se irrita de forma más contínua que antes.
– Trastorno del apetito.
– Aislamiento social; no quiere salir, no quiere ir al colegio o al instituto.
– Trastornos del sueño.
– Fatiga.
– Intentos de suicidio.
– Apatía, falta de motivación.

Enuresis (hacerse pis)

Es un problema muy frecuente en niños. En Muchos casos se resuelve de forma espontanea pero en otras no.

Un psicólogo ayuda a determinar la causa de esa micción incontrolada. Para controlar los esfínteres es imprescindible que el sistema Nervioso tenga un cierto nivel de maduración. Normalmente:
– Entre los 15-18 meses el niño avisa de que tiene ganas de orinar.
– A partir del año y medio, el niño se anticipa y puede saber cuándo tendrá ganas de hacer pis.
– Después de los dos años de edad, comienza a controlar e ir solo al baño. Casi todos logran el control a os 3-4 años.
Si su hijo no cumple estos criterios, el psicólogo le puede ayudar a determinar la causa (factores ansiógenos que puedan influir, el estado de ánimo, celos, no haber aprendido a controlar la micción de forma voluntaria) y a tratarlo de forma exitosa.

Encopresis

La encopresis es la defecación involuntaria, cuando no existe patologías nerviosas y orgánicas.

El niño no puede controlar la defecación, se siente avergonzado y puede originar otros problemas, ya que el niño se retrae y tiende a evitar situaciones sociales.

Cuando no existe un estreñimiento que pueda causar esa encopresis, una causa psicológica como un hecho traumático, ansiedad, estrés o un trastorno oposicionista desafiante puede estar en la base del problema.

Los síntomas de la encopresis son:
– Incapacidad para retener las heces hasta llegar al baño.
– Defecar en lugares inapropiados (como en la ropa).
– Mantener las defecaciones en secreto.

Este problema no se diagnostica hasta pasados los 4 años de edad, antes se considera normal.

Problemas de conducta

Cuando un niño presenta problemas de conducta, detenerlo es importante ya que ese niño se puede convertir en una persona antisocial en el futuro.

Cuando el niño muestra agresividad hacia personas de su entorno o cosas, muestra hostilidad o recha de forma contínua es adecuado consultarlo con un especialista.

Si su hijo presenta alguno de los siguientes comportamientos, podemos ayudarle:
– Dañarse a sí mismos, a personas o mascotas.
– Rompe objetos de la vivienda o de fuera.
– Roba o rompe reglas.
– No va a clase.
– Se escapa de casa.
– Fuma, bebe o abusa de drogas.
– Tiene relaciones sexuales frecuentes.
– Insulta o desafía a padres , profesores o a otros figuras de autoridad.

Transtorno por déficit de atención con/sin hiperactividad

El TDHA es un problema infanto-juvenil bastante frecuente.

Cuando el niño presente varios síntomas de los siguientes, sería conveniente que un especialista realizara una evaluación para establecer un tratamiento adecuado:
– Síntomas relacionados con hiperactividad:
o El niño está inquieto, se retuerce en el asiento.
o Se levanta del asiento en situaciones en las que debería estar sentado, como en clase.
o Con frecuencia corre o salta en situaciones en las que no es apropiado.
o A menudo actúa “como si tuviera un motor, continuamente moviéndose y tocándolo todo”
o Le cuesta jugar tranquilamente.
o Habla en exceso.
– Síntomas relacionados con impulsividad:
o Le cuesta esperar turno.
o Suele interrumpir las actividades de los demás, como por ejemplo cuando están jugando o hablando.
o Responde antes de que terminen de formularle una pregunta.
– Síntomas relacionados con el déficit de atención:
o Con frecuencia no presta atencióna los detalles o comete errores por descuido en las actividades escolar.
o Le cuesta prestar atención a las tareas escolares o a los juegos.
o A menudo parece no escuchar cuando se le habla.
o Suele dejar las tareas sin terminar y le cuesta seguir instrucciones.
o Se distrae fácilmente con estímulos externos.
o No le gusta o evita realizar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido, como por ejemplo las tareas escolar o domésticas.
o Suele perder objetos como libros, lápices, juguetes…

Terrores nocturnos y pesadillas

Los terrores nocturnos se suelen dar entre los 3 y los 13 años. Este trastorno se caracteriza porque el niño experimenta llanto intenso y miedo mientras duerme y tiene dificultad para controlar el sueño.

Las pesadillas, a diferencia de los terrores nocturnos, se recuerdan a la mañana siguiente.

Tu hijo puede sentarse en la cama, gritar y aparentar estar despierto, pero está confundido y desorientado en realidad.

Puede durar desde un minuto hasta los 30 minutos y no suele hacer mucho caso si le intenta tranquilizar.

Transtornos del desarrollo

Los Trastornos del Desarrollo son un conjunto de trastornos caracterizados por alteraciones graves y amplias en el desarrollo de tres áreas conductuales:
– Habilidades para la interacción social.
– Habilidades para la comunicación.
– Comportamientos, intereses y actividades estereoti`pados.
Ibnterfieren gravemente en la vida de quien los padece y en su funcionamiento cotidiano.

Entre estos Trastornos Podemos destacar:
– Trastorno de Asperger .
– Trastorno de Tics.
– Síndrome de Tourette.

Otros transtornos

Existen trastornos como el Trastorno de la iNgestión y de la conducta alimentaria en la niñez, la pica y es trastorno de rumiación, que son considerados trastornos de las emociones y del comportamiento.

La pica es el consumo repetido y persistente de sustancias no nutritivas, durante un período de por lo menos un mes, y su práctica no está aprobada culturalmente (pueden comer pintura, arena, cuerdas, ropa, cabellos, excrementos…).

Es un problema conductual serio porque puede tener importantes consecuencias para la salud.

La rumiación consiste en la regurgitación de los alimentos del estómago a la boca, masticando la comida de nuevo y volviéndola a tragar. Los niños con este trastorno no parecen experimentar acidez, dolor abdominal o náuseas durante el proceso de regusgitación.

El trastorno de la ingestión alimentaria de la infancia o la niñez se refiere a un conjuntode problemas de alimentación, como problemas de conducta durante las comidas, negativa a comer múltiples alimentos, prolongación del tiempo dedicado a la comida. Pueden producirse conflictos graves durante las comidas y manifestaciones emocinales como la ansiedad o la ira. Al no alimentarse de forma adecuada, se producen problemas de peso y salud.

La doctora Irene Muñoz León, licencia en Medicina con mención sobresaliente y formación sanitaria especializada en Psiquiatría. Cuenta con un máster universitario oficial en Investigación en Ciencias de la Salud y amplia formación en psicoterapia (máster en Psicodiagnóstico con Test de Rorschach; título de máster, especialista y experto en Psicoterapia desde la perspectiva integradora; formación en conducta alimentaria y psicoterapia infanto-juvenil). También pasa consultas en francés, para usuarios francófonos que deseen realizar las sesiones en su lengua materna. No dudes en consultarnos.

La doctora Irene Muñoz León, licencia en Medicina con mención sobresaliente y formación sanitaria especializada en Psiquiatría. Cuenta con un máster universitario oficial en Investigación en Ciencias de la Salud y amplia formación en psicoterapia (máster en Psicodiagnóstico con Test de Rorschach; título de máster, especialista y experto en Psicoterapia desde la perspectiva integradora; formación en conducta alimentaria y psicoterapia infanto-juvenil). También pasa consultas en francés, para usuarios francófonos que deseen realizar las sesiones en su lengua materna. No dudes en consultarnos.

La doctora Irene Muñoz León, licencia en Medicina con mención sobresaliente y formación sanitaria especializada en Psiquiatría. Cuenta con un máster universitario oficial en Investigación en Ciencias de la Salud y amplia formación en psicoterapia (máster en Psicodiagnóstico con Test de Rorschach; título de máster, especialista y experto en Psicoterapia desde la perspectiva integradora; formación en conducta alimentaria y psicoterapia infanto-juvenil). También pasa consultas en francés, para usuarios francófonos que deseen realizar las sesiones en su lengua materna. No dudes en consultarnos.

“En ninguna otra situación como en el duelo, el dolor producido es TOTAL; es un dolor biológico (duele el cuerpo), psicológico (duele la personalidad), social (duele la sociedad y su forma de ser), familiar (duele el dolor de los otros), y espiritual (duele el alma)”. J. Montolla

El duelo es una experiencia muy íntima que cada persona vive de manera individual, incluso cuando hay que enfrentarse a un duelo común dentro de la familia, cada miembro lo vivirá de un modo distinto. La reacción emocional ante una pérdida es una de las experiencias más dolorosas que tiene que afrontar el ser humano, duele el cuerpo, la mente y el alma. El duelo se sufre no solo cuando se pierde a una persona querida, sino ante pérdidas significativas por las que el ser humano pasa a lo largo del ciclo vital:

1. Pérdidas sentimentales:
• Rupturas, divorcios, separaciones. Pueden llegar a causar importantes problemas en la vida de una persona, afectando a valores, creencias, pérdida de la autoestima, disminución del rendimiento laboral y sensación de vacío.
• Relaciones familiares: la pérdida de relación entre hermanos, como puede suceder cuando se dan enfermedades crónicas graves como alcoholismo, drogadicción, alzhéimer… o como resultado de conflictos familiares.
• La pérdida de las relaciones con amigos.

2. Pérdidas materiales como resultado de desastres naturales, desahucios, incendios… Incluso despidos, cambios de trabajo, cambio de ciudad, negocios fracasados, pueden llegar a generar sensaciones de pérdida y, por lo tanto, pasar por el ciclo del duelo: sueños rotos, futuro incierto, búsqueda de culpables… Reacciones normales dentro del proceso de duelo.

3. Pérdidas vitales. Pérdidas fruto del paso de la vida y que cierran una etapa vital. La menopausia, en las mujeres, supone el fin de un ciclo; del mismo modo, las crisis vitales aparecidas como consecuencia de la jubilación o de las prejubilaciones, el síndrome del nido vacío etc., suponen un reajuste en la vida social, familiar y laboral de las personas en esta situación.

Podemos concluir que a lo largo de nuestra vida sufrimos pérdidas por fallecimiento, pérdidas sentimentales, pérdidas materiales y pérdidas vitales. De hecho, los problemas emocionales derivados del duelo es una de las principales causas de atención en salud mental.