Cuando pensamos en las neuronas, automáticamente nos imaginamos el cerebro, pero ¿sabías que el intestino tiene unos 200 millones de neuronas y que en él se produce el 95% de la serotonina? Este dato demuestra por sí solo la importancia de cuidar la nutrición y lo importante que es la alimentación para la salud mental. ¿Has oído hablar de la microbiota y de la importancia que tiene en la salud mental? Algunos trastornos como la ansiedad, la depresión o los ataques de pánico están estrechamente relacionados con lo que comemos.
La relación entre el cerebro y el intestino: la microbiota
La microbiota es un conjunto de microorganismos presente en nuestro cuerpo y, por supuesto, también en el intestino; de hecho, se estima que hay en torno a 1 000 000 de microorganismos que forman parte de la microbiota en el intestino.
Las bacterias que forman la microbiota tienen diferentes funciones en nuestro organismo:
- Elimina elementos tóxicos y perjudiciales para la salud.
- Mantiene el correcto funcionamiento de la barrera intestinal.
- Fabrica algunos compuestos como la vitamina K o del grupo B.
- Protege el organismo de patógenos.
- Extrae componentes de algunos alimentos que son beneficiosos para la salud.
¿Por qué hablamos de la microbiota en relación con la salud mental? Porque sus funciones representan un papel fundamental en nuestras emociones, ya que influye en las funciones cerebrales.
La microbiota produce neurotransmisores (serotonina, dopamina o cortisol) y aminoácidos, necesarios para la salud mental. Si tenemos una mala alimentación o se altera la microbiota, esta producción se altera y pueden aparecer patologías como ansiedad, depresión, TOC, TCA…
Alimentos y hábitos saludables para nuestra salud mental
Tener una alimentación y hábitos saludables reforzará nuestro sistema inmunitario y mejorará nuestra salud mental. Debes saber que no todo alimento vale, hay determinados nutrientes presentes en algunos de ellos que son muy positivos para la salud mental y también hábitos que pueden mejorar tu salud:
- Hidratos de carbono. Permite mantener la glucosa en equilibrio. Está presente en los cereales integrales, arroz, etc. Eso sí, los hidratos simples es conveniente consumirlos de forma reducida.
- Triptófano. Nos ayuda a potenciar la serotonina. Algunos alimentos en los que está presente son la carne, como el pollo; los frutos secos; la cebada; los plátanos; el pescado azul; los guisantes…
- Fraccionar la alimentación en cinco comidas al día.
- Reducir el consumo de bollería, comida precocinada o los fritos.
- Dormir entre siete y ocho horas diarias.
- Practicar deporte.
Si mantienes unos hábitos saludables y una correcta alimentación, tu salud física y mental lo agradecerán.