El bullying o acoso escolar sigue siendo un problema en las aulas –y fuera de ellas-. Según el Ministerio de Educación, 4 de cada 100 escolares españoles sufren acoso escolar. Ante este problema, no solo debemos centrarnos en los acosadores y en los acosados, sino también en los espectadores o testigos del acoso.

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Acosador, acosado y testigos

Los testigos del acoso forman una parte fundamental dentro del problema del bullying y no debemos olvidarlos en nuestro trabajo de prevención del acoso. De hecho, los acosadores se crecen ante el público que los apoya y que calla ante la situación; por eso es tan importante tener en cuenta a los espectadores.

Estos testigos son jóvenes o niños que participan del acoso como meros espectadores sin importarles lo que le suceda al acosado; como parte fundamental del acoso participando en él y estando de acuerdo; o, en otros casos, llegando a disfrutar con lo que se le hace al acosado. De una u otra manera, suponen un factor clave en el acoso gracias a su actitud individualista y pasiva. El hecho de mirar hacia otro lado en este caso no funciona y puede provocar justo el efecto contrario: avivar el bullying.

Espectadores del bullying

Los testigos tienen conocimiento del problema gracias a ese papel de espectadores. Por ello, en algunos casos llegan a convertirse en acosados o pueden sufrir los mismos síntomas: miedo, cambios de humor, bajo rendimiento académico… Todo ello a causa del temor a convertirse en víctimas.

Ante estas reacciones, pueden aparecer diferentes tipos de conductas en los testigos del acoso:

  • Actúan de forma activa. El miedo a ser acosados les lleva a formar parte del acoso y a apoyar al acosador.
  • Actúan de forma pasiva. No participan de manera directa, pero sí lo alimentan con comentarios, bromas y risas. En el fondo, esta actitud es muy dañina porque refuerza al acosador.
  • Se mantienen como observadores. Callan y no dicen nada al acosado ni al acosador; todo ello con el fin de pasar desapercibidos aunque con su actitud alimenten el acoso.
  • Denuncian la situación. Se enfrentan al acosador manifestando su desaprobación. En algunos casos, lo denuncian ante los profesores o padres.

El acoso escolar no solo se da dentro de las aulas, sino también a través de las redes sociales, blogs y demás plataformas de Internet. Es muy importante educar para prevenir estas situaciones y trabajar por una sociedad sin bullying.