Todos nosotros adquirimos una serie de conocimientos desde que nacemos. Muchos de ellos tienen su base en la experiencia, pero ¿sabes cómo funciona el cerebro humano para aprender y para almacenar esos aprendizajes? Los procesos cognitivos tienen mucho que ver.

El aprendizaje en el ser humano

El cerebro siempre ha despertado un gran interés entre los científicos y estudiosos de todo el mundo por todo lo que conlleva: memoria, sueños, recuerdos y, ¡cómo no! aprendizajes. ¿Cómo consigue nuestro cerebro que aprendamos? Diferentes estudios han demostrado que una de las formas que tiene nuestro cerebro para aprender es a base de repetir e imitar, pero eso no quiere decir que sea la única manera.

Una vez que hemos conseguido adquirir ese conocimiento, el cerebro tiene un mecanismo para «retenerlo» que actúa cuando nos movemos, creamos e incluso cuando nos emocionamos.

Este «aprendizaje cerebral» comienza en la infancia a través del juego. Los niños aprenden descubriendo, explorando y jugando; es decir, se divierten mientras aprenden. Gracias a ello, consiguen retener toda esa información, ya que con la implicación emocional, el contacto con otros y la diversión nuestro cerebro retiene mejor toda esa información.

la educación y el cerebro

El cerebro y la educación

En el ámbito de la educación, tanto en casa como en el colegio, es importante fomentar la creatividad, el desarrollo social y emocional y el disfrute con las cosas que se hacen para tratar que el cerebro de los más pequeños trabaje en el proceso de aprendizaje. Para ello, tanto los profesores como los padres deben tener en cuenta diferentes aspectos:

  • Saber cómo funciona el cerebro. Es importante conocer la estructura del cerebro y entender cuál es su procedimiento de aprendizaje. Esto resultará muy útil de cara al estudio de los hijos y alumnos. Por ejemplo, se pueden incluir actividades de mindfulness para activar los sistemas cognitivos como la atención, memoria, concentración, etc.
  • Trabajar en equipo. Como hemos dicho anteriormente, el contacto con otros niños y el poder cooperar en equipo con padres y profesores favorece notablemente el aprendizaje.
  • Despertar su interés. La curiosidad es fundamental para incitar a los niños a aprender y descubrir aquellas cosas que les llaman la atención. Para ello, se pueden hacer excursiones para hacer ver a los niños que la naturaleza que estudian en el colegio es «real». En el colegio, se pueden fomentar las actividades en laboratorios o al aire libre.
  • Escucharles y ser empáticos. Los niños necesitan seguridad y dar respuesta a todas las preguntas que les inquietan. Es importante que padres y profesores hagan ver que están ahí para que el niño se sienta querido y empiece a adquirir confianza en sí mismo.

Tener un conocimiento de cómo se adquieren los aprendizajes y de cómo funciona el cerebro será muy útil de cara a la educación de los hijos o alumnos. En casos donde algún niño presente algún trastorno como TDAH, los conocimientos sobre el cerebro resultan fundamentales para su etapa escolar.