El suicidio sigue siendo tabú. Aún en pleno siglo XXI, la salud mental es una lacra de la que ningún gobierno se consigue despojar; no se habla sobre ello, todo el mundo opta por darle la espalda y hasta que no te toca de cerca, no te das cuenta de que sí es un problema, un problema real y desgarrador.

A causa de la crisis sanitaria actual, los casos de suicidios han aumentado entre los más jóvenes. El confinamiento, las pocas esperanzas de futuro, la soledad, han causado la desesperación, llegando a muchos de ellos a poner fin a su vida. Las cifras hablan por sí solas: una media de 10 suicidios al día en España. En 2008, superó a la principal causa, hasta ese momento, de muerte no natural: los accidentes de tráfico. Ahora, en 2021, no solo la sobrepasa, sino que la dobla.

No obstante, hay que remarcar que, si bien es cierto que la pandemia ha generado un incremento de los casos, el suicidio antes ya era un problema al que nadie estaba prestando atención.

Causas que motivan el suicidio

Las causas de la conducta suicida no están delimitadas, debido a que pueden ser numerosas e impredecibles, además de muy complejas. Según la Confederación de Salud Mental España, “en su mayoría están relacionadas con situaciones vitales, bien constantes o circunstanciales”. Explican, además, que estas situaciones pueden estar relacionadas con la pobreza, problemas familiares, el desempleo, las drogas, etc.

Asimismo, hay un dato destacable: en nueve de cada diez casos de suicidios hay un problema mental asociado. Es decir, no son casos aislados, sino que existen factores mentales previos como la depresión, trastornos de bipolaridad, experiencias traumáticas, etc. El suicidio es la punta de un iceberg bien profundo del que nadie quiere reconocer su existencia. A pesar de que los factores son difusos, los suicidas por lo general han mostrado algún tipo de advertencia sobre su intención suicida.

Prevención del suicidio

Por ello, es tan importante la prevención. La sociedad debe entender que hablar de suicidio no lo incita, lo previene. La prevención es esencial a la hora de diagnosticar y aplicar el método adecuado. Si piensas que tu hijo o alguien de tu entorno puede estar sufriendo algún tipo de problema mental, escúchale y obtén ayuda inmediatamente.

Como padres, vuestra labor es observar y escuchar. A veces, las señales son casi imperceptibles. Así pues, debes estar al tanto de cualquier pequeño cambio en la actitud de tu hijo. Asimismo, las preguntas son necesarias. Aunque se piense que hablar sobre el suicidio puede inducir al adolescente a hacerlo, hay que preguntar si ha tenido pensamientos suicidas o de autolesión. A veces, preguntas como “he visto que ya no vas con tus amigos, ¿te encuentras bien?” pueden ayudar al adolescente a reconocer un lugar donde poder comunicarse.

¿Cuáles son las señales?

  • Hablar sobre el suicido o la muerte.
  • Despedirse.
  • Hablar sobre sentimientos de culpa.
  • Aislarse.
  • Perder el interés por aquellas actividades que antes le gustaban.
  • Sufrir cambios en los hábitos de alimentación y de sueño.

cómo prevenir el suicidio

El papel del Estado en la salud mental

No obstante, la labor de prevención no es solo por parte de los especialistas o de los familiares, el Estado tiene un papel fundamental respecto, por una lado, a la inversión y gestión de la salud mental, como a la concienciación social.

En España, todavía no existe un plan de prevención del suicidio. Los datos y los testimonios asustan, pero aún más lo hace la incomprensión del Estado hacia las víctimas, las familias y el resto de la población. En España, las cifras hablan por sí solas: cinco de cada 100 euros invertidos en sanidad van para salud mental, explica Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y la media europea son siete. Esto no es suficiente.

El actual Ministerio de Sanidad dice que “la mejora de la salud mental” está dentro de las prioridades de su plan de sanidad. En él, se encuentra un plan estratégico de prevención, donde aparecen recomendaciones y objetivos para prevenir las conductas suicidas. Sin embargo, los cambios todavía no son reales.

¿Qué piden los profesionales, las familias y las asociaciones?

  • Mayor inversión.
  • Una estrategia transversal a nivel nacional.
  • Un teléfono gratuito de tres dígitos.
  • Campañas de sensibilización.
  • Formación y capacitación.

casos de suicidio en España

Impacto

La OMS estima que cada suicidio causa un impacto serio en al menos seis personas. Siempre la muerte por suicidio tiene una fuerte carga emocional, pero esta aumenta si la víctima es un hijo.  Las dudas del “¿y si…?, además de la culpa, persiguen a los familiares, a los amigos y a los médicos. Todos ellos tienen pensamientos de remordimiento por no haber sido capaces de preverlo o evitarlo. Sin embargo, con el paso del tiempo, comprenderán que no fue culpa suya. Aunque es cierto que hay padres que nunca llegan a entenderlo, simplemente aprenden a aceptar el dolor.

La ayuda psicológica es fundamental. Algunas de las medidas que puede tomar para sobrellevar la pérdida son:

  • Los grupos de ayuda o la terapia son herramientas que pueden servir a los que sufren esta perdida a ser capaces de gestionar sus emociones y pensamientos.
  • No se aísle. Mantenga el contacto con los demás. Acepta la ayuda de los demás. Si tu alrededor se siente incómodo al respecto, busca ayuda en otros espacios.
  • Recuerde que el resto de su familia también está sufriendo la pérdida. Puede ser bueno compartir el dolor para sentirse comprendido.
  • Aleja los pensamientos de culpa y de remordimiento.

En definitiva, todavía queda demasiado trabajo por hacer respecto a la salud mental. Tanto la sociedad como el gobierno deben darse cuenta de que las enfermedades mentales son igual de importantes que las enfermedades físicas. Desde el lado de la psicología y la psiquiatría, solo podemos mostrar nuestra ayuda y nuestro trabajo, además de nuestro esfuerzo para que cada día estemos un paso más cerca de dar la importancia que la salud mental merece.