Las niños superdotados, o de altas capacidades, son aquellos que presentan un coeficiente intelectual por encima de la media y manifiestan un avanzado desarrollo de su actividad intelectual en el día a día.

Todos ellos forman un colectivo muy diverso, pero a su vez pueden llegar a tener algunas características comunes. Uno de los conceptos que va íntimamente ligado a las personas superdotadas es la alta capacidad de abstracción, lo que en psicología se conoce como la atención focalizada o selectiva.

Atención selectiva

Desde el punto de vista científico, la atención selectiva es aquella que nos permite centrarnos en lo que nos interesa y obviar los estímulos que no nos aportan nada relevante para facilitar al cerebro su trabajo ya que su capacidad es limitada. Esto nos sucede a todos en nuestro día a día.

Lo podemos entender de manera muy clara con un ejemplo. Si estás interesado en comprar una casa, es muy probable que comiences a fijarte en la cantidad de carteles que cuelgan en las ventanas o balcones de las casas o te fijes inconscientemente en los escaparates de las inmobiliarias y tu interés se centre en ello. No es que sea cosa de casualidades como mucha gente se piensa, es simplemente que tu cerebro se está focalizando en aquello que le interesa. Lo mismo sucede con ver mujeres embarazadas cuando quieres tener un hijo; ver un coche determinado cuando es el que quieres comprar; o fijarte en la cantidad de tiendas de novia que hay cuando te vas a casar.

Los superdotados y la abstracción

Todo ello está muy relacionado con las conductas de los superdotados, ya que presentan un alto porcentaje de despiste en aquellos asuntos que no les interesan para focalizarse en lo que a ellos les gusta.

Por ello, podemos observar en su conducta patrones como estos:

  • Están jugando y si les hablamos no nos hacen caso.
  • Les pedimos que nos hagan un favor y, a pesar de habernos dicho que sí, se les olvida.
  • Olvida algunas tareas del colegio.
  • En algunos casos, pierden objetos.
  • Son muy despistados.
  • Parece que están en su mundo.

Aunque a priori todas los patrones que hemos mencionado puedan parecer perjudiciales para nuestros hijos con altas capacidades, no tienen por qué serlo, simplemente hay que saber trabajarla para no obviar tareas que sí son importantes, aunque para ellos no lo sean. Si nos damos cuenta, el hecho de presentar una alta capacidad de abstracción hace que cuando realizan las tareas que les interesan están totalmente concentrados y sin distracciones. De esta forma, consiguen un mayor rendimiento en la resolución de los problemas y en la capacidad de aprendizaje.

A pesar de ello, no debemos obviar cómo repercute la capacidad de abstracción de estos niños en los colegios. Muchos de ellos presentan una desmotivación durante las clases ya que aprenden mucho más rápido y esto les hace desconectar y no prestar atención. En estos casos, la labor de los profesores es crucial, ya que deben darse cuenta de ello y tratar de darle la formación y atención necesaria para desarrollar estas capacidades.

Por ello, la colaboración entre los padres y los profesores es crucial para que el niño sea capaz de desarrollarse y aprender en un entorno que le sea favorable; necesitan de una educación especial y materias que les despierten el interés y les ayuden a mantener esa atención focalizada durante el trascurso de las clases y de su día a día.