Estás frente a un público y tienes que hacer una presentación: sientes nervios, sudas y tu corazón te va a mil por hora; te empieza a doler el estómago y comienzas a sentir ansiedad o estrés ¿te suena esta situación?

La mente y el cuerpo están íntimamente conectados y no podemos entender el uno sin el otro.

Los dolores de tripa y la ansiedad o estrés

Cuando estás en una situación que te produce nerviosismo, tu organismo se activa y comienza a producir cortisol y adrenalina, así como otra serie de neurotransmisores. Todo ello es detectado por el intestino que hace actuar al sistema gastrointestinal y es en ese momento cuando tu estómago puede comenzar a dolerte.

Bien es cierto que no a todas las personas les sucede cuando están nerviosas; de hecho, otras pueden llegar a tener náuseas, diarrea o incluso pérdida de apetito.

El sistema gastrointestinal

El sistema gastrointestinal de los seres humanos tiene un sistema nervioso muy potente y sofisticado. En el intestino se localiza el sistema nervioso entérico, que está formado por dos finas capas de neuronas a lo largo de todas las paredes del intestino que se conectan entre sí y con el resto del cuerpo, principalmente con el sistema nervioso central.

Cuerpo y mente están totalmente conectados y no se puede aislar una parte de la otra.

De este modo, en episodios de ansiedad, traumas o situaciones de estrés la respuesta en el sistema gastrointestinal es directa gracias al sistema nervioso entérico.

dolor de estómago

¿Los dolores de tripa pueden alterar la salud mental?

Al igual que os hemos hablado de que algunos trastornos o situaciones que alteran la salud mental perjudican al sistema gastrointestinal, también puede suceder al revés; determinados desequilibrios intestinales pueden provocar alteraciones mentales.

En estos casos, el microbiota intestinal juega un papel fundamental, ya que en el momento en el que se ve alterada por la toma de medicamentos, una mala alimentación o situaciones emocionales fuertes, influye de forma directa en la conexión entre intestino y cerebro pudiendo ocasionar enfermedades mentales.

estrés

Recuerda que conocer poco a poco a tu cuerpo y sus «señales» pueden ser la alarma idónea para reconocer que algo no va bien en tu salud mental. Debes cuidar siempre de ambas partes porque, como te hemos dicho, el cuerpo no se entiende sin la mente y viceversa.