La violencia contra las mujeres sigue arrojando cifras desgarradoras: ya son más de 1000 mujeres las que han perdido la vida desde el 2003. Año tras año, se lanzan campañas de concienciación en medios de comunicación, institutos y demás plataformas y espacios; por lo que muchos se hacen esta pregunta ¿por qué sigue existiendo en pleno siglo XXI?

La ciberviolencia o violencia de género digital

La violencia contra las mujeres ha adquirido distintas formas de expresión en los últimos años. Una de ellas se encuentra dentro del ámbito digital. En este entorno, el acosador coarta la libertad de la mujer mediante una serie de conductas y comportamientos como el ciberacoso o la sextorsión.

Este tipo de violencia de género suele darse entre parejas o exparejas que buscan el control o una intimidación de la víctima. Las consecuencias afectan psicológicamente a la mujer llegando a derivar en algún trastorno como la depresión o la ansiedad. A diferencia de la violencia de género física, el acosador dispone de las 24 horas del día para acosar a la víctima, independientemente de que vivan en diferentes ciudades o de que aún no se conozcan físicamente.

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¿Cómo se manifiesta la ciberviolencia?

La violencia de género digital se puede presentar de diferentes formas, ya que el uso de las plataformas digitales no siempre es el mismo. Por ejemplo, puede tratar de controlar las conversaciones del WhatsApp y, en Instagram, puede publicar fotos de la mujer sin su consentimiento. ¿Cuáles son las formas más comunes de ciberviolencia?

  • Pedir las contraseñas de la otra persona y acceder a sus cuentas. En caso de que no lo haga, recibe un chantaje con expresiones del tipo «si no me las das es porque tienes algo que ocultar».
  • Prohibir la publicación de determinados contenidos. Por ejemplo, fotos en bikini.
  • Hacer comentarios ofensivos desde la cuenta de esa persona a otros usuarios.
  • Enviar vídeos o fotografías de la mujer de contenido sexual sin su consentimiento.
  • Acosar a la víctima siguiendo su rastro digital.
  • Chantajear a la víctima para que envíe fotos o vídeo comprometidos.
  • Enviar insultos y hacer comentarios despectivos.

Desde el Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León, han difundido un vídeo para visibilizar el ciberacoso, el sexting, la sextorsión y otro tipo de acosos que se dan en el ámbito digital, sobre todo entre adolescentes.

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