La Navidad es la época de las luces, la alegría, la familia, las compras, los amigos, los regalos… Todo son motivos por los que parece que hay que estar feliz en Navidad, pero esto no siempre es así ni tiene por qué ser así. ¿Se puede estar triste en Navidad? Por supuesto que sí, es totalmente válido.
Sentirse triste en Navidad
La presión social en estos días nos obliga a sentirnos felices durante la Navidad; sin embargo, hay muchos motivos por los que la Navidad puede ser una época complicada para ti: la pérdida de un familiar, estar lejos de tus seres queridos, motivos económicos, presión en las comidas familiares o, directamente, porque la Navidad no es para ti y no te gusta. La idea de Navidad que se vende ahora aboga por la felicidad y el consumismo y no tienes por qué comulgar con esas ideas.
Son muchos los que dicen «no tengo fuerzas para la Navidad», «no tengo ganas de celebrar la Navidad» ¿Hay algún problema? Ni mucho menos, pero sí que es cierto que la idea de Navidad puede hacer que te sientas frustrado y con una aparente tristeza.
¿Qué hacer si no te gusta la Navidad?
Nada. Así, tal cual. No tienes la obligación de hacer que algo te guste porque «venga impuesto»; de hecho, lo que debes hacer es permitirte sentir lo que quieras en cada momento.
No participes en aquello que no quieras
Si te empujan a hacer un plan que no te apetece, no tengas miedo y di que no quieres de forma asertiva. La gente va a entender tu punto de vista si lo expresas de manera educada y con respeto.
Cuida de ti
Parece que durante la Navidad hay que estar para los demás y tu tiempo tiene que ser dedicado a tus seres queridos, pero ¿qué pasa con uno mismo? Aprovecha para hacerte un regalo, puede ser material o no. Es una forma de recordarte que tú y tu bienestar importan.
Pasa tiempo con quien te apetezca
Durante estos días, los encuentros, las comidas y cenas se multiplican por doquier. Tener una vida social activa es muy beneficioso para tu salud mental. Ahora bien, es beneficioso cuando las personas con las que pasas el rato son de tu agrado. Si no es el caso, lo mejor es que pongas límites. En algunas situaciones, no te quedará otra que compartir mesa con personas con las que no te apetezca estar, por eso, poner límites te ayudará.
La Navidad es una época del año más que, cuando te quieres dar cuenta, ha pasado sin que te enteres. Aun así, cuando te afecta más de lo normal y te hace sentir mal, es mejor que pidas ayuda psicológica.