El cariño y el amor en la infancia son fundamentales para un buen desarrollo emocional y para empatizar con otros. De hecho, muchas de las emociones y de los sentimientos que tenemos en la edad adulta derivan de las conexiones que se generan cuando somos niños, de ahí que puedan surgir en el futuro problemas de salud mental, falta de empatía, carencias emocionales, traumas o fobias.
El amor como motor
Durante la infancia se interiorizan valores, aprendizajes y conductas y también se debe dar mucho amor para un correcto desarrollo emocional.
Cuando nacemos, somos seres indefensos que necesitamos protección, cariño y amor para sentirnos seguros y para aprender e interiorizar esos valores y aprendizajes de los que hemos hablado. En caso de que se produzca una ausencia de ese amor, las consecuencias en la edad adulta serán notorias, tanto con uno mismo como en las relaciones con los demás, ya que no podemos dar lo que no hemos recibido.
Los traumas, vivencias, vacíos y abandonos que se sufren en la niñez dejan una huella que puede condicionar y limitar causando heridas emocionales. Muchas de ellas provocan que, ya de adultos, se sienta miedo e inseguridad al igual que cuando se era un niño.
¿Qué sucede si no se recibe amor en la niñez?
En la edad adulta se pueden arrastrar una serie de secuelas a causa de esa falta de amor y cariño en la niñez. Aunque pasen muchos años, quizá hayas pasado por una serie de situaciones que, aunque no lo creas, te han perjudicado y tienen consecuencias a día de hoy:
Apatía y falta de comprensión hacia los demás
Muchas veces, los niños y niñas que no tuvieron amor en la infancia sienten una gran indiferencia ante los sentimientos de los demás y muestran una falta de empatía, lo que afecta a sus relaciones sociales.
Problemas para relacionarse y expresarse
Al no haber tenido un cariño de sus padres, que son sus referentes, él repetirá esa conducta con los demás y guardará para sí sus emociones.
Cuando la persona que ha padecido esa falta de amor tenga hijos, es muy probable que repita esa conducta que él sufrió de pequeño, ya que lo toman como un patrón de conducta y desconocen cómo expresar sus emociones.
Las razones por las que demostrar amor en la infancia son infinitas. Ya hemos indicado que el cariño en esa edad es crucial para el desarrollo y emocional y para sentirse querido y protegido. Además, gracias a ello se consigue humanizar más y por ello serán mejores personas.
El hecho de no recibir cariño no solo repercute en él, sino que también influirá en algunas de las acciones que tome cuando sea mayor y lo marcará para siempre.
