La clave del éxito: ¿mentalidad de crecimiento o mentalidad fija?

La ilusión del iceberg

Un iceberg es una formación de hielo que, por lo general, flota en el agua y cuya punta sobresale en el océano. Aunque es la única parte visible de un iceberg, esta supone solo una pequeña parte de toda la masa de esta estructura. Aunque no es posible verlo sobre el agua y puede pasar desapercibida, la gran base del iceberg es la responsable de que este flote.

En muchas ocasiones, frente a los éxitos ajenos, solemos ver solo la punta del iceberg. Ignoramos el trabajo duro, la persistencia, los errores y las decepciones que han llevado a una persona a triunfar.

No es una cuestión de suerte

Aunque lo sencillo sea pensar que el éxito de muchas personas es el resultado de mera suerte, lo cierto es que nada más lejos de la realidad. Esta idea, además de errónea, es una creencia muy «pasada de moda». Si crees que la suerte determina tu vida (o la de cualquiera), aún vives en la época medieval de la psicología. La rueda de la fortuna hace tiempo que dejo de girar y es hora de que tomes las riendas de tu vida.

La suerte es de todos el éxito de quien lo trabaja

 

 

Entonces… ¿qué diferencia a una persona que lograr sus objetivos frente a otra que no?

Si eres de los que piensa que la respuesta es el talento, lamentamos decirte que estás equivocado. En este caso, has pasado de la época medieval al romanticismo, pero te queda un largo camino. Si fueramos deterministas te diríamos que tus éxitos están íntimamente ligados a tus talentos e inteligencia, pero lo cierto es que el mayor peso está en tu

MENTALIDAD

¿A qué nos referimos con esto? Carol Dweck afirma que nuestro éxito se basa, en gran medida, en la autopercepción que tenemos de nosotros mismos. Es decir, nuestra forma de valorarnos e identificarnos como «inteligentes» o «no inteligentes». Esta percepción se extrapola a otros ámbitos de nuestras vidas, como el trabajo o las relaciones personales. De estas manera, aunque no seamos conscientes, nos percibimos como «malos trabajadores», «buenos amigos» o «personas serias». Dependiendo de la capacidad que tengamos para cambiar esta percepción, Deck habla de mentalidades fijas y mentalidades de crecimiento.

Mentalidad fija

Según Deck, las personas con una mentalidad fija consideran que su inteligencia y talentos son rasgos intrínsecos y fijos. De esta manera, no se esfuerzan ni intentan desarrollar su inteligencia o habilidades.

  • Si se consideran inteligentes, creeran que ellos también podrán adquirir los éxitos de terceros. El problema es que nunca se pondrán en ello.
  • Si se consideran tontas, estas personas adoptarán una visión pesimista en la que se dirán a si mismos que no son capaces de lograr o hacer algo.

En cualquier caso, una mentalidad fija siempre encontrará excusas que obstaculicen su éxito y racionalicen su fracaso. Es común que las personas con este tipo de mentalidad digan frases como «no puedo hacerlo porque soy demasiado patoso», «se me dan bien las matemáticas, pero no pude estudiar porque mi vecino hacia ruido».

 

Mentalidad de crecimiento

La mentalidad de crecimiento se puede resumir como «la mejora siempre es posible». Nuestro cerebro es un órgano my maleable, hasta el punto de que es posible generar nuevas neuronas. La inteligencia y el talento pueden, por lo tanto, desarrollarse. Es importante cambiar nuestra propiocepción y entender que está nos condicina a la hora de enfrentarnos a los retos.

Ante obstáculos, una mentalidad de crecimiento desarrollará estrategias para lograr el objetivo. «Aunque soy un poco patoso, entrenaré mi agilidad hasta lograrlo», «mi vecino hace ruido, así que iré a la biblioteca para sacar una buena nota en el examen».

No existe una manera sencilla. No importa lo talentosos que seas, puesto que este te va a fallar si no lo desarrollas. Si no estudias, si no trabajas duro, si no te dedicas a ser mejor cada día

Ante las frustraciones, siempre debemos desarrollar una mentalidad de crecimiento. Debemos ser conscientes de que las habilidades puedes desarrollarse con mucho esfuerzo y dedicación. Los obstáculos y fracasos son solo una manera de crecer y aprender nuevas estrategias que nos ayuden a conseguir nuestros objetivos. Si crees que no tienes la habilidad, entrénala. Si lo que te está frenando se encuentra en tu entorno, identifica el problema y busca una solución. Si lo que te frena es tu actitud, podemos ayudarte a gestionar tu autoestima. Contacta con nosotros.

Repítete: «Cuando quiero algo, termino consiguiéndolo.» Y si no lo haces, ten por seguro que el camino te habrá aportado:

*️⃣ Nuevas habilidades
*️⃣ Experiencias
*️⃣ Y mucha vida