Empatía, neuronas espejo y los mejores ambientes para desarrollarlas

Seguro que a lo largo de tu vida te has encontrado con personas con las que has logrado conectar mucho y otras con las que creías no tener nada en común. Las impresiones que los demás causan en nosotros tienen mucho que ver con cómo se reflejan ante nosotros y con la empatía. ¿Alguna vez te has preguntado si la empatía se aprende? ¿Crees que nacemos con la capacidad de entender a los demás? En el artículo de hoy te hablamos de las neuronas espejo, su relación con la empatía y los mejores ambientes para desarrollarla.

¿Qué son las neuronas espejo?

Las neuronas espejo son una serie de células en nuestro cerebro que se activan cuando realizamos una acción y vemos esa acción realizada por otra persona. También se las conoce como neuronas especulares. Estas neuronas son esenciales en el desarrollo y el aprendizaje, pues se activan cuando imitamos comportamientos. Por ejemplo, si un macaco recién nacido ve a otro macaco o a una persona sacar la lengua, le imitará, aprendiendo este nuevo movimiento y su funcionalidad.

Experimento realizado sobre las neuronas espejo

Evolution of Neonatal Imitation. Gross L, PLoS Biology Vol. 4/9/2006, e311 doi:10.1371/journal.pbio.0040311

¿Cómo se relacionan las neuronas espejo con la empatía?

De la misma manera que podemos aprender movimientos, conductas, etc., también es posible «aprender sentimientos». Las neuronas espejo influyen directamente en la empatía porque, por un lado, nos permiten identificar las emociones y sentimientos de los demás al haberlos vivido y, por otro, nos hacen ponernos en la piel de los demás.  Estas neuronas también explican porque las emociones son contagiosas.

La infancia: la etapa clave para un correcto desarrollo psicológico y afectivo

infancia empatia y apego

El desarrollo de un ser humano tiene su etapa clave durante la infancia. De hecho, los trastornos mentales en la edad adulta muchas veces se remontan a un trauma infantil. A pesar de que existe la creencia generalizada de que, por ejemplo, los bebés no sufren o al menos no recuerdan el sufrimiento, las situaciones adversas dejan una impronta en el ser humano incluso durante el embarazo. Por eso, es importantísimo cuidar el entorno de los niños, especialmente hasta los tres años.

La infancia es el periodo en el que los niños y niñas aprenden afectiva y emocionalmente a través de las neuronas espejo. Para ello es necesario un apego seguro. Como apunta Jorge Barundy, es esencial que los niños se sientan protegidos, amados y cuidados para poder poner en marcha la exploración del entorno necesaria para cualquier tipo de aprendizaje, especialmente el emocional.

Este apego seguro no solo se logra evitando todo tipo de maltrato físico o verbal, también prestando atención a las negligencias afectivas. Debemos recordar que los niños y niñas son completamente dependientes de los adultos, por lo que también tienden a ser los más vulnerados por este grupo. Es muy común, por ejemplo, cosificar a los niños ante una separación, utilizándoles de moneda de cambio entre la pareja.

¿Cuál es el camino para un buen desarrollo afectivo y empático? Jorge Barundy tiene la respuesta:

Las neuronas espejo puede renacer en ambientes amorosos.

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